lunes, 4 de noviembre de 2013

SAMOYEDO

La carita angelical del cachorro de Samoyedo es una de las características importantes que potencian que las personas con buena voluntad, aunque equivocadas, salgan corriendo a comprarse uno para ellos o para regalarlo por sorpresa a una persona querida. Con esto no queremos decir que la tibia bola de pelo que traiga a casa no sea igual que los perros que aparecen en esas encantadoras tarjetas de felicitación que se reciben de vez en cuando. La clave es la expresión «de vez en cuando». Los cachorros de carne y hueso pasan el día investigando, escarbando, mordiendo, comiendo, haciendo sus necesidades, lloriqueando para que les saquen fuera de casa para, a continuación, pedir que les vuelvan a dejar entrar.

Los cachorros no nacen ya educados (por lo menos los que yo he conocido). Todo lo que usted crea que debe saber un cachorro bien educado tendrá que enseñárselo (ya sea usted o un profesional). Los Samoyedos aprenden rápidamente, pero no más rápida ni más lentamente que la mayoría de razas. Todo lleva tiempo y la pregunta que debe hacerse es si dispone o no del tiempo para llevar a cabo esta educación.

Sobre todo, es importante estar completamente seguro de que la persona que acabará siendo la responsable de los cuidados diarios del perro lo quiere realmente. No debe consistir en un «sí» con reticencias para contentar al resto de la familia, sino que debe tratarse de un sincero deseo de tener uno de estos perros, cuidar de él y disfrutar con esta incorporación en la familia. Si esa persona es usted, ya tendrá la respuesta.

Los buenos propietarios de perros no tienden a quedarse quietos sin cuidar del animal. Llevan el perro al veterinario, salen corriendo a comprarle comida y a sacarlo a pasear. El cuidado de una mascota puede ser una forma excelente de enseñar a los niños a ser responsables, pero debería comprenderse que debido a su entusiasmo por tener un cachorro, los niños prometerán cualquier cosa. Lo que debe tenerse en cuenta es lo que pasará cuando la novedad que supone tener un perro se haya desvanecido. ¿Se adapta el ritmo de vida y la rutina del hogar a las exigencias que supone el cuidado adecuado de un perro? No olvide que siempre debe haber alguien dispuesto a satisfacer sus necesidades básicas: alimentación, ejercicio, cuidados del pelaje, salir de casa cuando sea necesario, etc. Si usted o su familia se ausentan desde la mañana hasta la noche o durante largas temporadas, hay que seguir cuidando al perro. ¿Habrá alguien en casa para hacerlo? ¿Está usted dispuesto a pagar el coste del alojamiento frecuente de su perro en una residencia canina mientras está usted fuera?

También debe pararse a pensar en la idoneidad de la raza para su hogar, tanto si hay una docena de niños y adultos como si sólo está usted. Los niños muy pequeños pueden ser bastante salvajes y hacer daño involuntariamente a un cachorro. También conlleva mucha conversación convencer a un niño muy joven de que la cola del Samoyedo no es un «asa». Por otro lado, un Samoyedo joven y travieso puede, a veces, agobiar e incluso hacer daño a un niño en un momento de excitación. Compartir un piso muy pequeño con razas muy activas que medran divirtiéndose fuera de casa puede resultar muy difícil tanto para el perro como para el propietario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario